Liderazgo transformacional: Grandes Ideas, Cultura y Liderazgo
- Hector Geager

- hace 34 minutos
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Las ideas ambiciosas en política y gestión casi siempre se orientan a reimaginar el futuro de una organización o una nación. Estas "grandes ideas" rara vez fracasan solo por razones técnicas; en cambio, su destino depende en gran medida de la receptividad de la cultura predominante en la que se introducen (Schein 12-15). Cuando la cultura organizacional o nacional no se alinea con la visión propuesta, los intentos de cambio rápido suelen generar conmoción, desencadenando reacciones defensivas, la formación de coaliciones contra la reforma o formas sutiles de sabotaje (Kotter 17-20). El público, o los miembros de la organización, responden entonces no solo al contenido de las reformas, sino también a la amenaza percibida que representan para las identidades y rutinas establecidas.

En estas circunstancias, los líderes suelen enfrentarse a una encrucijada estratégica. Una opción consiste en adaptarse al statu quo y avanzar la visión gradualmente, acompasando la reforma para que siga siendo compatible con las normas culturales dominantes. Este enfoque corresponde a lo que James MacGregor Burns y Bernard Bass describen como liderazgo transaccional, donde el líder se centra en intercambiar recompensas por el rendimiento, mantener las estructuras existentes y optimizar dentro de las limitaciones actuales (Burns 4-5; Bass 20-23). Este tipo de incrementalismo puede generar mejoras modestas y asegurar la supervivencia del líder, pero tiende a debilitar el carácter transformador de la idea original. Las reformas se integran en el sistema existente en lugar de transformarlo radicalmente.
El camino alternativo es más arriesgado, pero potencialmente mucho más trascendental. En este caso, el líder se compromete plenamente con la visión y acepta que hacerla realidad requerirá una profunda reconfiguración de valores, normas y expectativas; en resumen, una transformación cultural. El liderazgo transformacional, según la teoría de Burns y Bass, implica inspirar a los seguidores a trascender sus intereses personales estrechos, movilizándolos en torno a un propósito colectivo convincente y alterando las estructuras de significado subyacentes de la organización o entidad política (Burns 18-19; Bass 171-75). Ejemplos históricos incluyen el liderazgo de Martin Luther King, Jr., durante la lucha por los derechos civiles, la cual reformuló la relación racial en Estados Unidos, y la gestión de Nelson Mandela en la transición de Sudáfrica tras el apartheid, que buscaba no solo un cambio de régimen, sino también una redefinición de la identidad nacional.
De izquierda a derecha: Martin Luther King Jr., Nelson Mandela
Seguir esta ruta transformadora requiere cultivar deliberadamente la urgencia y la legitimidad. John Kotter enfatiza que los grandes esfuerzos de cambio comienzan por convencer a una masa crítica de que mantener el statu quo es más peligroso que embarcarse en reformas, creando así una oportunidad psicológica y política para que las grandes ideas se pongan a prueba e institucionalicen (Kotter 35-38). Incluso en estas condiciones, la resistencia es inevitable y a menudo se manifiesta tanto en una oposición abierta como en un comportamiento pasivo-agresivo más clandestino. Por lo tanto, los líderes transformacionales deben combinar la perspicacia estratégica con la inteligencia emocional, la credibilidad ética y la resiliencia, ya que el fracaso puede significar la destitución, la marginación organizacional o, en algunos contextos políticos, el exilio, la prisión o la muerte; como sucedió con Martin Luther King.

Debido a estos riesgos y a los exigentes requisitos personales y estructurales que conlleva, el liderazgo transformacional sigue siendo extremadamente poco frecuente. La mayoría de los líderes operan principalmente como gestores transaccionales, estabilizando los sistemas existentes, negociando con las partes interesadas y generando ganancias incrementales en lugar de intentar reorientar fundamentalmente la organización o la nación (Bass y Riggio 3-4). Sin embargo, los períodos de profunda crisis o inflexión estructural (colapso económico, disrupción tecnológica, desintegración de un régimen) revelan periódicamente lo indispensable que puede ser el liderazgo transformacional. En esos momentos, la capacidad de alinear las grandes ideas con una cultura reestructurada se convierte no solo en un activo, sino en el factor decisivo para que las sociedades e instituciones decaigan, se estanquen o se renueven.
Citas:
Bass, Bernard M. Leadership and Performance Beyond Expectations. Free Press, 1985.
Bass, Bernard M., and Ronald E. Riggio. Transformational Leadership. 2nd ed., Psychology Press, 2006.
Burns, James MacGregor. Leadership. Harper & Row, 1978.
Kotter, John P. Leading Change. Harvard Business School Press, 1996.
Schein, Edgar H. Organizational Culture and Leadership. 4th ed., Jossey-Bass, 2010.













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