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Denuncia contundente con enfoque victimo-céntrico (Escrache).

  • Foto del escritor: Jorge Acosta
    Jorge Acosta
  • hace 2 días
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: hace 21 horas


El artículo que a continuación se presenta es producto de una investigación que se realizó con los estudiantes de la Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro – ESPOL, del programa: Maestría en Criminología y Victimología, asignatura: Perspectivas Teóricas en Victimología, la cual es dirigida por la Dra. Saida L. Mantilla Ojeda; Coordinador académico de la maestría Sr. Teniente Óscar Yesid Mojica Pérez.

 

Se resalta que el presente artículo hace parte del grupo:  INVESPOL-DIEPO Análisis y reflexiones desde la academia en campos y áreas afines al quehacer policial.


Autores:


Mayor Viviana Marcela Pedroza Vargas

Psicóloga, Administradora Policial de la Dirección Nacional de Escuelas

Candidata a Magister en Criminología y Victimología de la Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro – ESPOL



Intendente (r) Camilo Augusto Corredor Ramírez

Abogado Especialista en Derecho Penal Con énfasis en oralidad, Especialista en Gestión Territorial de la Seguridad y Convivencia Especialista en Derecho Constitucional

Candidata a Magister en Criminología y Victimología de la Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro – ESPOL



Ivana Sofía Marceles Rodríguez

Abogada, Candidata a Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana

Candidata a Magister en Formación Permanente en Litigación Penal Estratégica de la Universidad de Salamanca (España), Candidata a Magister en Criminología y Victimología de la Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro – ESPOL


Dra. Saida L. Mantilla Ojeda

Neurocientífica y Neurocriminóloga.  Psicología (Jurídica y Criminología) PhD. Cónsul Corresponsal Internacional – FIPCoaching para el cultivo de la inteligencia emocional aplicada, Magister en Psicología Jurídica. Magister en Psicología. Experta en: perfilación criminal, victimología, investigación judicial, conducta suicida, Derechos Humanos, análisis de la conducta criminal, violencia doméstica y de género, delitos sexuales, grafología infanto-adolescente y la firma del adulto. Asesora jurídica […]. Docente internacional. Escritora y conferencista internacional. Investigadora del grupo INVESPOL-DIEPO: Análisis y reflexiones desde la academia en campos y áreas afines al quehacer policial. Docente de la Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro – ESPOL; Escuela de Suboficiales y Nivel Ejecutivo Gonzalo Jiménez de Quesada – ESJIM, entre otras escuelas y universidades.



El Escrache es una forma de protesta social, es la última herramienta de quienes han agotado todas las vías legales sin obtener respuestas, es el grito de auxilio de las víctimas, surge cuando, pese a contar con evidencia sólida, el sistema judicial archiva repetidamente los casos por formalismos o falta de voluntad política. El escrache facilita la libertad de expresión, puesto que es un recurso legítimo para que las mujeres denuncien públicamente, a través de medios no oficiales, los actos de violencia de género de los que han sido víctimas (Sentencia T-241, 2023).



Delitos sexuales-contexto.

Entre todas las formas de agresión a los Derechos Humanos, la violencia sexual es la más aberrante crueldad para quienes la padecen, las secuelas son profundas, incalculables y duraderas. En Colombia, este fenómeno se ha mantenido desde antaño, puesto que la problemática va en aumento debido a factores estructurales como el conflicto armado, la desigualdad de género, la impunidad judicial y la deficiente atención institucional. La comprensión de esta realidad exige una mirada interdisciplinaria, donde la criminología y la victimología ofrecen herramientas necesarias para el análisis y la formulación de respuestas efectivas.


Aunado a lo anterior, según el Instituto Nacional de Salud, se reportaron 28.944 casos de violencia sexual en Colombia durante el año 2023. En concordancia con el Igarapé Institute (2024), cada día 65 víctimas menores de 14 años son objeto de violencia sexual en el país. Estos datos no solo reflejan la gravedad del delito, sino que exigen una intervención penal integralfundada en los principios de protección a las víctimas, no victimización judicial y, acceso efectivo a la justicia.


Contextualización del fenómeno en Colombia.

La violencia sexual y ataques a la población civil en Colombia no puede ser comprendida aisladamente del marco sociopolítico del conflicto. Dentro del escenario de hostilidades interna, múltiples informes de organismos nacionales e internacionales han registrado el uso sistemático de la violencia sexual por parte de actores ilegales como estrategia de guerra, dichos grupos siembran el terror en las diversas comunidades, dejando huellas profundas en la memoria de un país que clama justicia y paz. De donde se sigue que, la creciente violencia deja por su paso víctimas y evidencia la inoperancia del sistema judicial.




Además, dentro de las dinámicas propias del enfrentamiento armado interno, factores estructurales como el machismo, la cultura del silencio e indiferencia social, el estigma hacia las víctimas y las fallas institucionales en la protección de derechos, han perpetuado la ocurrencia de estos delitos. Así las cosas, el Sistema de Información Estadístico Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (SIEDCO), en los últimos años, ha registrado un aumento significativo en los delitos sexuales, especialmente en contra de menores de edad. Consecuentemente, estos delitos no solo implican la agresión inicial, sino también el encuentro de las víctimas con el aparato judicial, puesto que deben acudir a interponer la denuncia y es allí, en los escenarios judiciales donde las víctimas quedan expuestas, vulnerables y, pueden sufrir la victimización judicial por parte del operador judicial que las atiende.


 ¿Qué es la victimización judicial -VJ?

Mantilla (2020) acuño el término y la ha definido como el daño ocasionado específicamente por el operador judicial (juez, fiscal, abogado, policía, trabajador social, psicólogo, médico) hacia las víctimas.  La VJ emerge de dos factores concurrentes: por un lado, la condición de la persona como sujeto procesal, y por otro, las deficiencias en la actuación de los operadores judiciales (ya sea en la gestión, orientación o protocolos de atención). Este fenómeno conecta directamente a quienes han sufrido un delito con las diversas formas de VJ que pueden experimentar las víctimas durante las actuaciones y procedimientos llevados a cabo por los responsables de brindarles asistencia dentro del sistema legal.


Criminología y victimología en delitos sexuales.


Estas dos disciplinas ofrecen marcos teóricos y metodológicos esenciales para comprender y abordar el fenómeno de la violencia sexual desde una perspectiva integral. Por esta razón, la criminología abarca el análisis de las conductas delictivas, sus autores, las personas afectadas y los mecanismos de regulación social, mientras que la victimología centra su objeto de estudio en quienes sufren el daño, evaluando sus particularidades y las dinámicas de VJ dentro del sistema de justicia.


El estudio de este fenómeno desde ambas disciplinas permite no solo diagnosticar los problemas existentes, sino también proponer políticas públicas eficaces y sensibles a la realidad de las víctimas. Así, se promueve un abordaje que prioriza el respeto, la entropatía y la justicia restaurativa, en lugar de una respuesta punitiva.


Marco normativo colombiano frente a los delitos sexuales.

El Código de Procedimiento Penal colombiano (Ley 906/2004), establece las disposiciones procesales aplicables a la investigación y juzgamiento de los delitos, incluidos los sexuales. Esta normativa introduce principios fundamentales como la dignidad de la víctima, el debido proceso (Constitución Política de Colombia [CPC], 1991 art. 29), la protección especial a poblaciones vulnerables y el derecho a la verdad, justicia y reparación (Ley 1448/2011; CPC/1991).



Estadística Actual proporcionada por SIEDCO.

Según los datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo (SIEDCO) de la Policía Nacional, para el año 2023 se registraron un total de 32.346 casos de delitos sexuales en Colombia. Esta cifra representa un aumento significativo respecto al año anterior, consolidando una tendencia al alza que se ha mantenido en la última década. 


Dentro de estas estadísticas, se identificó que los departamentos con mayor número de casos fueron:


Tabla 1. Cifras estadísticas

Variable

Porcentaje

Detalle

Distribución geográfica

-

Bogotá D.C., Antioquia, Valle del Cauca (datos agregados, sin distinción por departamento).

Género de las víctimas

85%

Mujeres.

 

15%

Hombres u otros (no especificado).

Edad de las víctimas

63%

Menores de edad.

 

37%

Mayores de edad.

Relación víctima-agresor

76%

Agresor conocido (familiar, pareja, amigo o vecino).

 

24%

Agresor desconocido o no identificado.

Nota: Estas cifras evidencian una situación crítica que exige respuestas institucionales urgentes y adecuadas. El enfoque preventivo debe contemplar programas de educación sexual integral, fortalecimiento del sistema judicial y acompañamiento psicosocial a las víctimas.


Estadísticas internacionales (UNICEF, NSVRC).



El panorama internacional no es menos alarmante, según UNICEF (2024) más de 370 millones de niñas y mujeres en el mundo fueron sometidas a abusos sexuales durante su infancia. La organización también resalta que entre el 8% y el 31% de las niñas, y entre el 3% y el 17% de los niños, han sido víctimas de algún tipo de violencia sexual antes de los 18 años (SER, 2024).

El Centro Nacional de Recursos sobre Violencia Sexual (NSVRC, 2021) de Estados Unidos indica que 1 de cada 5 mujeres ha sido víctima de una violación a lo largo de su vida, y 1 de cada 71 hombres también ha experimentado este tipo de agresión. Además, el 51,1% de los agresores eran parejas íntimas de las víctimas, y el 40,8% eran conocidos, lo que refuerza el patrón identificado también en Colombia. Estos datos no solo exigen reformas legales, también, garantías del Estado para proteger derechos civiles básicos como lo son: seguridad, no discriminación y tutela judicial efectiva (investigar, sancionar, reparar; el Estado tiene la obligación de actuar con celeridad).


Tabla 2.   "La justicia civil debe ser un escudo, no una promesa incumplida" (Corte Constitucional Colombiana).

Indicador

Colombia

Internacional

Casos reportados de violencia sexual

28.944 casos en 2023 (INS)

370 millones de mujeres abusadas en infancia (UNICEF)

Víctimas menores de edad por día

65 menores de 14 años por día

8% - 31% de niñas (SER)

Prevalencia en niñas (antes de los 18)

No disponible

8%-31% de niñas (SER)

Prevalencia en niños (antes de los 18)

No disponible

3%-17% de niños (SER)

Prevalencia en mujeres (general)

No disponible

1 de cada 5 mujeres (NSVRC)

Prevalencia en hombres (general)

No disponible

1 de cada 71 hombres (NSVRC)

Relación víctima-agresor

76% por conocido (SIEDCO)

51.1% por pareja íntima, 40.8% por conocido (NSVRC)

Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE).

Asimismo, MOVICE constituye una de las iniciativas más relevantes en la historia reciente de Colombia en materia de derechos humanos, memoria y reparación a las víctimas. MOVICE fue fundado en el año 2005, este movimiento surgió como una respuesta organizada a la violencia sistemática ejercida por agentes del Estado, o por omisión de sus deberes de protección durante el conflicto armado. Específicamente MOVICE propende por visibilizar a las víctimas, promover el acceso a la verdad, la justicia y reparación integral, para combatir la impunidad estructural que caracteriza muchos crímenes de lesa humanidad en el país.

 

Movimientos internacionales de apoyo a víctimas de violencia sexual (MIAVVS).

Gracias a la perseverancia de estos movimientos, se facilitó el acceso a la justicia, aunque falta mucho por mejorar, estos movimientos dieron el primer paso y, dejaron claro que las leyes solo sirven cuando se aplican con decisión a favor de quienes más lo necesitan. Por consiguiente, los movimientos han creado redes de apoyo para derribar muros de aislamiento de las víctimas, ofreciéndoles acompañamiento psicológico, asesoría legal y opciones de justicia restaurativa.


Además, han impulsado espacios seguros para la reconstrucción y transformación cultural contra la violencia sexual. Estas experiencias internacionales sirven como modelo inspirador para Colombia, donde el intercambio de conocimientos y la cooperación mundial pueden potenciar las respuestas locales, adaptando estrategias exitosas a nuestro contexto.



A continuación, se presentan algunas de las estrategias que desde la victimología y criminología crítica han dado buenos resultados:

 

La victimología y criminología crítica proponen: (I) Apoyo psicosocial inmediato con enfoque de trauma, (II) Reformas judiciales centradas en las víctimas (evitando declaraciones repetidas -VJ- y, promoviendo justicia restaurativa), (III) Capacitación obligatoria para los funcionarios que atienden a las víctimas en la etapa de denuncia.


Asimismo, la flor nomeolvides, emblema colombiano de las víctimas del conflicto, simboliza la lucha contra el olvido. La flor es usada cada 9 de abril, a través de este emblema se promueve memoria activa, colectiva, individual, institucional y dignifica a los sobrevivientes de violencia sexual, con ello, convierte el duelo en un compromiso social por la no repetición.


Vano todo conocimiento que no ayude a aliviar el dolor de la

humanidad

(Epicuro)

 

 
 
 
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