Un análisis de las guerras por recursos minerales y Agua
- Javier Canasto
- 4 may
- 3 Min. de lectura


Crédito: Konuko, Frente Nacional de Colectivos
En el contexto actual (2025), las tensiones geopolíticas han evolucionado hacia una lucha por el control de recursos estratégicos como minerales críticos y agua, desplazando parcialmente al petróleo como principal detonante de conflictos. Este cambio responde a factores como la transición tecnológica, la crisis climática y la competencia entre potencias. A continuación, se desglosan las claves de este fenómeno.
Minerales Críticos
El Nuevo Campo de Batalla Global
Los minerales esenciales para tecnologías verdes y digitales (litio, cobalto, tierras raras, etc.) son ahora centrales en la rivalidad entre EE.UU. y China. Ambos buscan asegurar cadenas de suministro para dominar sectores como la inteligencia artificial, energías renovables y defensa.
Ejemplos concretos:
- La República Democrática del Congo (RDC), que posee el 70% del cobalto mundial, negocia acceso a sus recursos a cambio de apoyo militar contra grupos rebeldes.
- Países del Golfo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes) invierten en minería global y desarrollo de IA para diversificar su economía y reducir dependencia de hidrocarburos.
- China domina el 60% de la producción de tierras raras, esenciales para electrónica y armamento, lo que genera estrategias de "desacoplamiento" por parte de EE.UU.
Este escenario ha revitalizado prácticas neocoloniales, donde naciones en desarrollo con recursos son presionadas a alinearse con potencias, sacrificando soberanía por inversiones o seguridad.
Agua
Un Recurso en Creciente Tensión

La escasez hídrica, agravada por el cambio climático, está generando conflictos en regiones con estrés crítico.
Datos claves:
- Para 2025, se prevé que la demanda global de agua supere en un 56% la oferta, con 3.500 millones de personas en zonas de estrés hídrico.
Conflictos actuales:
- Oriente Medio
Turquía e Iraq disputan el control del Tigris y Éufrates; Israel busca monopolizar recursos compartidos con Palestina y Líbano.
- África
El Sahel enfrenta migraciones climáticas y terrorismo vinculado a la desertificación.
- Asia
India y Pakistán compiten por los ríos Indo y Chenab, mientras China desvía cursos de agua que afectan a países vecinos.
La agricultura (67% del consumo global) y la industria (20%) exacerban la presión, especialmente en economías emergentes, donde el acceso al agua es desigual.
Estrategias Geopolíticas de las Potencias
- EE.UU.
Bajo la administración Trump, prioriza un enfoque transaccional: retira apoyo a acuerdos climáticos (como París) y usa aranceles o alianzas bilaterales para asegurar minerales, incluso a costa de aliados.
- China
Consolida su influencia mediante inversiones en minería en África y América Latina, aprovechando la debilidad institucional de estos países.
- Unión Europea y otros
Promueven alianzas como la Asociación para la Seguridad de Minerales Críticos, aunque con limitado éxito frente a la ventaja china.
Este panorama fragmenta el orden multilateral, sustituyéndolo por bloques económicos y alianzas ad hoc.
Impactos Socioambientales y Riesgos
- Degradación ambiental
La minería ilegal y la sobreexplotación de acuíferos generan desertificación, contaminación y pérdida de biodiversidad (ej.: Mar de Aral en Asia Central).

- Inestabilidad política
Países como la RDC o Afganistán ven cómo sus recursos financian grupos armados, perpetuando ciclos de violencia.
- Migraciones forzadas
En el Sahel y Centroamérica, la falta de agua y tierras cultivables desplaza a millones, alimentando crisis humanitarias.
Posibles Soluciones y Desafíos Futuros
- Cooperación internacional
Iniciativas como el Panel de la ONU sobre Materiales Críticos (2024) buscan equilibrar acceso a recursos con derechos humanos y sostenibilidad.

- Tecnología y gestión
Inversión en desalinización, reciclaje de minerales y agricultura eficiente podrían mitigar tensiones, pero requieren financiamiento global.
- Empoderamiento local
Garantizar la participación de comunidades aborigenes y mujeres en la gestión de recursos reduce conflictos internos.
Las guerras del siglo XXI ya no se libran solo por petróleo, sino por el control de recursos indispensables para la supervivencia y el poder tecnológico. Este escenario exige un replanteamiento de las políticas globales, donde la sostenibilidad y la equidad deben ser pilares para evitar un colapso sistémico.

Muy buenos planteamientos.
exelente informacion