“Siempre es mejor hablar, hablar, que guerrear, guerrear.” Winston Churchill
Por Araceli Aguilar Salgado
Periodista, Abogada, Ingeniera,
Escritora, Presidenta del Congreso
Hispanoamericano de Prensa,
Analista y comentarista mexicana,
del Estado de Guerrero, México.
Ucrania resuena como el centro del tablero geopolítico entre el este y el oeste. Ante su ubicación, a las puertas del territorio ruso, es vista por Estados Unidos y la Unión Europea como un aliado estratégico y militar.
En el 2013 el presidente ucraniano Victor Yanukóvich, suspendió la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea, esto luego de las presiones de Rusia, que le ofrece además importantes contrapartidas económicas por ello, como la reducción del precio de gas, y partir de ahí viven en conflicto estos países europeos.
Ucrania lucha desde hace ocho años contra los separatistas prorrusos en la región del Donbás apoyados por Rusia, esto debido a que se acusa de amenazar al país europeo expandiéndose hacia sus fronteras, eso podría ocasionar una Guerra Fría.
Actualmente el continente europeo podría tener un conflicto y así desatar una guerra entre los países de Ucrania y Rusia, esto luego de que Rusia enviará cerca de 100 mil soldados a la frontera con Ucrania para así atacar a su país vecino.
Desde poco más de una década, uno de los principales objetivos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha sido limitar la intervención de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en dos de las ex repúblicas soviéticas, en Georgia y, especialmente, Ucrania, que se ha generado una histórica disputa geopolítica entre Moscú y el mundo occidental.
En los últimos años ha existido una enorme tensión entre Rusia y Ucrania, principalmente derivada de la anexión de Crimea históricamente habitada por rusos, tras la crisis política en Kiev, que provocó la salida de Viktor Yanukovich y el acercamiento tanto de los gobiernos de Petro Poroshenko y Volodimir Zelenski hacia la Unión Europea.
Con el despliegue de las tropas rusas en Ucrania en semanas recientes, mismo que han provocado una escalada de acusaciones entre Moscú y OTAN, han orillado que tanto el organismo de defensa, como el gobierno de Joe Biden mantengan conversaciones para una salida diplomática de una posible amenaza de guerra.
Biden amenazó a Vladimir Putin de "graves sanciones" económicas si invadía Ucrania, en una cumbre bilateral celebrada de forma virtual y que su gobierno respondería "firmemente" a una eventual invasión por parte del Kremlin.
Sin embargo, Biden aclaró que no hablaba de una intervención militar, pero que sí apoyará a Ucrania económicamente en caso de alguna “guerrilla” y castigará a Rusia frenando algunos de sus convenios y relaciones entre ambas potencias mundiales.
Por su parte, Putin exige "garantías jurídicas" de que Ucrania no va a unirse a la OTAN y reafirma el derecho de Rusia a "proteger su seguridad".
Las relaciones entre Washington y Moscú no atraviesan su mejor momento, situación que se ha empeorado con la llegada de Biden a la Casa Blanca. Rusia ha presentado dos borradores de tratados para prohibir cualquier ampliación de la OTAN y el establecimiento de bases militares estadounidenses en países de la antigua órbita soviética.
Sin embargo, Estados Unidos señaló que está dispuesto a lanzar un "diálogo diplomático" con Putin, pero cataloga como "inadmisibles" algunas de las exigencias.
En días recientes se realizó una nueva conversación entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y Vladimir Putin, quienes al parecer discutieron vía telefónica el tema relacionado con Ucrania.
Este domingo hubo un diálogo previo entre ambos países a través de sus funcionarios previo a las reuniones formales programadas este lunes y miércoles...
El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, dijo que mantuvo una "difícil" conversación con su contraparte estadounidense, al iniciar un diálogo preliminar sobre Ucrania.
"La conversación fue difícil, no podía ser fácil", declaró el viceministro citado por la agencia noticiosa Interfax tras su encuentro con la subsecretaria estadounidense de Estado, Wendy Sherman, durante una cena de trabajo en Ginebra.
Riabkov calificó las conversaciones con Sherman, que se extendieron por dos horas, como "formales". Ambos tenían previsto celebrar el lunes un día completo de conversaciones.
"Creo que mañana (lunes) no perderemos tiempo", agregó Riabkov, tras asegurar que él "nunca pierde el optimismo".
El encuentro de alto nivel marca el inicio de un maratón diplomático que durará toda la semana, durante el cual Rusia se reunirá con la OTAN y también con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
Blinken señaló que Rusia tenía que elegir entre el diálogo y el camino de la confrontación, antes de las conversaciones en Ginebra, Suiza, sobre las crecientes tensiones por Ucrania.
"Hay un camino de diálogo y diplomacia para tratar de resolver algunas de estas diferencias y evitar una confrontación", dijo Blinken al programa 'State of the Union' de la cadena CNN.
"El otro camino es la confrontación y las consecuencias masivas para Rusia si renueva su agresión contra Ucrania. Estamos a punto de probar la propuesta sobre qué camino está dispuesto a tomar el presidente Putin".
Desde entonces, las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se encuentran ahora en un punto "crítico y peligroso", afirma Moscú. Para evitar un mayor deterioro de la situación, Rusia exigió a Washington y la OTAN garantías de seguridad, que prevén, en primer lugar, un veto a la ampliación de la Alianza hacia las fronteras rusas y el cese de sus actividades en las antiguas repúblicas soviéticas, que Moscú ve como su área de influencia.
En este sentido, Moscú espera de la OTAN un documento por escrito con su postura sobre la futura arquitectura de seguridad en Europa, que debe incluir garantías de que las ex soviéticas Ucrania y Georgia nunca ingresarán en la Alianza, pese a sus anhelos de hacerlo.
Todo indica que hay elementos de la guerra fría que Putin quiere recrear. Un mundo en el que esté claro quiénes son los que tienen la fuerza y cómo la pueden utilizar.
Con sus zonas de influencia claras y sus líneas rojas infranqueables. Es el mundo del que
nunca salió en realidad. Y ahora todos los que le rodean en el Kremlin vienen de allí.
“Apostamos por la paz y evitar una escalada del conflicto”, Irene Montero
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