MinCiencias reconoció a 124 investigadores eméritos por su trayectoria académica y científica

Credito: Juan Sebastián Villate Bautista, Oficina Asesora de Comunicaciones

En el marco de la Convocatoria 957 de 2024, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación otorgó el reconocimiento de Investigadores Eméritos a 124 científicas y científicos de todo el país, como homenaje a sus trayectorias y a su invaluable aporte al desarrollo del conocimiento en Colombia.

Este reconocimiento, de carácter vitalicio, exalta a quienes han dejado una huella profunda

y transformadora en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, así como su

compromiso con la formación de nuevas generaciones de investigadores.

Durante el acto de reconocimiento, realizado en el Museo Nacional recientemente declarado

Centro de Ciencia, los investigadores homenajeados asistieron acompañados de sus familias

en una ceremonia que destacó la madurez y el fortalecimiento del ecosistema científico

colombiano.

La ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya, resaltó los avances en

equidad de género impulsados desde su gestión: “Hoy la mujer científica es protagonista con

equidad y justicia. Según esta medición, la participación de mujeres aumentó un 25,3 % frente

a la convocatoria anterior, pasando de 8.357 a 10.471 investigadoras reconocidas, la cifra

más alta registrada en la historia del país”.

La Convocatoria 957 marca un hito histórico al convertirse en la medición con mayor número

de investigadores y grupos evaluados en Colombia. En total, se reconocieron 25.514

investigadores, lo que representa un crecimiento superior al 17% frente a la medición anterior.

En la categoría de Investigadores Eméritos, el incremento fue del 33 %, reflejando trayectorias

científicas cada vez más sólidas, sostenidas y con vocación transformadora.

Durante el evento, la docente e investigadora de la Universidad del Quindío y doctora en

Ciencias Biológicas, Patricia Landázuri, expresó: “Hemos sido testigos y protagonistas del

cambio. Hemos formado generaciones de profesionales y hemos visto crecer a nuestras

universidades, centros e institutos cumpliendo su misión de transformación social y eso,

colegas, creo que debe ser nuestro mayor objetivo”.

La investigadora Emérita agregó: “Seguiremos colaborando, estudiando y compartiendo

desde un lugar de experiencia y talento, apoyando a los jóvenes investigadores. El fin último

de esta labor es el conocimiento y la transformación de nuestra sociedad. Cuenten con

nosotros para seguir construyendo”.

La medición también evidenció avances significativos en diversidad y enfoque étnico. El

número de investigadores indígenas reconocidos presentó un aumento del 76%, así mismo

investigadores afrodescendientes crecieron un 44%.

En materia de democratización del conocimiento, regiones como el Pacífico y el Caribe

registraron incrementos del 18% y 21%, respectivamente, en el número de investigadores

reconocidos, fortaleciendo la descentralización de la ciencia en el país.

Entre las principales novedades de esta convocatoria se destaca el fortalecimiento de la

ciencia abierta. Por primera vez, se otorgó una mayor ponderación a los artículos en acceso

abierto, logrando que más del 52% de los artículos clasificados estén disponibles para

consulta pública gratuita, principalmente en categorías de alta calidad (A1, B y C).

Asimismo, se ajustó la ponderación de los indicadores de los grupos de investigación, dando

mayor relevancia a los productos de Apropiación Social del Conocimiento y creando un nuevo indicador para la Divulgación Pública de la Ciencia, un factor que permite valorar mejor los procesos de co-creación con las comunidades, separándolos de la simple difusión.

Finalmente, se implementó una ampliación de la ventana de observación para mujeres que

han sido madres, como medida de justicia frente a las barreras estructurales en la producción

científica. Gracias a esta acción afirmativa, 591 mujeres obtuvieron su reconocimiento como

investigadoras y 124 mejoraron su clasificación.

Colombia cuenta hoy con el ecosistema científico más robusto de su historia, reafirmando su

compromiso con una ciencia diversa, equitativa y al servicio de la sociedad.