25 años del Centro Colombiano de Derechos Reprográficos – CDR
- Lennart Mauricio Castro López

- 26 ago.
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Una trayectoria en defensa de la creación, la cultura y el acceso legal al conocimiento
El pasado jueves 14 de agosto, el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos –CDR– conmemoró 25 años de labor ininterrumpida en defensa de los derechos de autores y editores de obras escritas. La celebración se llevó a cabo en el Hotel DoubleTree by Hilton de Bogotá y congregó a destacadas personalidades del sector editorial, literario, cultural y académico del país, en un ambiente de reconocimiento y compromiso hacia el futuro de la gestión colectiva.
Desde su fundación en el año 2000, el CDR se ha consolidado como la entidad que protege y gestiona de manera colectiva los derechos de reproducción de autores y editores, tanto colombianos como extranjeros, garantizando que el uso de sus obras en entornos educativos, académicos y documentales sea justo, regulado y debidamente compensado.
Gracias a su labor, miles de docentes, estudiantes, investigadores, universidades, colegios, centros de documentación, bibliotecas y empresas han accedido legalmente a fragmentos de obras literarias, científicas y académicas, a través del sistema de licencias reprográficas.
La ceremonia contó con la participación de destacadas personalidades del sector, entre ellas Albio Martínez Simanca, escritor y presidente del Consejo Directivo del CDR; Emiro Aristizábal Álvarez, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro; Erwin Guerrero Pinzón, gerente de la editorial Temis y miembro fundador del CDR; Gustavo Rodríguez García, quien presidió la entidad en sus primeros años, y Gonzalo Arboleda, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro en el momento de la fundación del CDR.
Asimismo, asistieron numerosos autores y autoras, especialmente mujeres escritoras que en los últimos años se han vinculado activamente a la entidad, fortaleciendo la representación femenina dentro del ecosistema literario y editorial colombiano. Su presencia reafirma el compromiso del CDR con una gestión colectiva que respalda por igual a todas las voces que construyen cultura.
También estuvieron presentes editores miembros del CDR, quienes con su labor diaria hacen posible que los libros lleguen a manos de los lectores y continúen circulando de manera legal y sostenible.
Todos coincidieron en resaltar que el CDR ha sido una institución clave para dignificar la labor intelectual en Colombia, al garantizar que quienes crean y difunden conocimiento reciban el reconocimiento y la compensación justa por el uso de sus obras.
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue el homenaje a dos escritores fundadores del CDR cuya obra ha dejado una huella profunda en la literatura y la cultura colombiana: la narradora y poeta Ana Mariela Zuluaga García y el poeta y novelista José Luis Díaz-Granados Valdeblanquez. Su reconocimiento fue un recordatorio de que cada página escrita, cada capítulo compartido y cada artículo citado merecen respeto y protección.
La celebración también contó con un saludo especial en video de Anita Huss-Ekerhult, directora ejecutiva de la Federación Internacional de Organizaciones de Derechos de Reproducción – IFRRO, quien destacó el papel del CDR como un referente en América Latina por su gestión transparente, sólida y comprometida con la defensa de los derechos de autor.
Más allá de la conmemoración: un llamado a la responsabilidad colectiva.

El CDR recordó que cada copia física o digital de un capítulo de libro, artículo de revista, periódico o publicación periódica debe hacerse bajo licencia reprográfica. Estas licencias, que generalmente son colectivas, permiten a instituciones educativas de todos los niveles, así como a entidades públicas y privadas, reproducir fragmentos de obras respetando la ley y asegurando que los creadores reciban el reconocimiento y la retribución justa por su trabajo.
En un mundo donde la circulación de la información es cada vez más amplia y veloz, el CDR insiste en que usar obras sin licencia no solo vulnera derechos, sino que debilita la cadena de valor cultural. Por ello, invita a universidades, colegios, academias, empresas y demás usuarios a formalizar sus copias mediante el pago de licencias, contribuyendo así a la sostenibilidad de la creación intelectual y editorial.
25 años mirando hacia el futuro
El aniversario fue, más que una celebración, una reafirmación de la misión del CDR: proteger a los creadores y editores, promover el acceso legal al conocimiento y fortalecer la cultura del respeto a los derechos de autor en Colombia. Con 25 años de historia, el CDR se proyecta hacia el futuro con la convicción de seguir siendo un aliado esencial para la educación, la investigación y la cultura, fomentando un equilibrio entre el derecho a aprender y el derecho a crear.
En palabras de su actual gerente, Nathalia Gómez Vargas, “la labor del CDR es una apuesta por la legalidad, la cultura y la equidad. Cada licencia adquirida es una inversión en el futuro de los autores, de la educación y del país”.

























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