Termino el primer mes del año 2024, concluyeron las fiestas de navidad y año nuevo. Retomando las labores cotidianas, nos encontramos con noticias que atormentan a la humanidad.
En los primeros días del año, un gran terremoto en una provincia de Japón nos alerta sobre los problemas del medio ambiente, el cambio climático que propicia grandes catástrofes, terremotos, ciclones, maremotos, sequías, hambrunas, volcanes que se activan, inundaciones inesperadas, perdidas de cosechas, etc., etc.
Y que podemos decir de la violencia y los vicios creados por los hombres, drogadicción, sexo antinatural, trata de personas, prostitución, secuestros, bandas criminales, extorsión, terrorismo, armamentismo, mafias dedicadas a desaparecer niños y mujeres con fines de explotación sexual, pandemias creadas, ventas de órganos, negocios de la modernidad actual de un mundo en decadencia.
Los conflictos actuales no solo deben despertar nuestra curiosidad, sino un estudio de los acontecimientos del mundo, los cuales nos darán la pauta de nuestro porvenir.
Las Naciones Unidas (ONU), han fracasado en la defensa de los Derechos Humanos, así lo demuestran los conflictos Rusia - Ucrania, Israel-Hamás y otros que se están perfilando en muchos países.
El conflicto Israel - Hamás, con más de 24.000 fallecidos, según el ministerio de sanidad de Gaza, generado por la ofensiva israelí, desde el 7 de octubre de 2023, luego de una incursión por parte de Hamás al territorio israelí, con más de 1200 muertos y muchos rehenes aún en poder del llamado grupo terrorista de Hamás.
La unión Europea, a través de bruselas, informo que la capacidad de producción militar, alcanzara el millón de proyectiles de artillería entregados a Ucrania para la defensa de su territorio en la guerra contra Rusia, conflicto que cumplió dos años.
Las consecuencias del derramamiento de sangre, hogares destruidos, padres e hijos enviados a la guerra, obligados por los respectivos regímenes, desplazamiento forzado de cientos de personas, daños materiales millonarios, niños desplazados de sus colegios, ancianos sufriendo hambre, frío, sin medicamentos, sin buena atención médica.
La geo política a disposición de intereses nacionalistas o foráneos, la ley del más fuerte, del más asesino, del más sin corazón, donde todo vale. Todo por mantener el poder de unos contra otros. El movimiento “Ánsar Ala”, conocido como los Hutíes, rebeldes yemeníes, los ataques continuos a embarcaciones comerciales en el mar rojo como una respuesta a la ofensiva de Israel en la franja de Gaza, está generando una nueva escalada militar donde Estados Unidos e Inglaterra se ven comprometidos a defender este importante paso para el comercio mundial.
Los conflictos, tanto nacionales como internacionales, cada día arrastran cientos de inocentes a toda clase de arbitrariedades, generando desplazamientos, discriminación racial, violaciones a los derechos humanos, donde niños, mujeres y hombres, son el blanco inerme e inocente de estas confrontaciones.
Lo visible es que la humanidad no tiene freno a las ambiciones y maldades que se presentan en estos conflictos en nombre de líderes sin escrúpulos, de dioses de barro, de ideologías creadas por el hombre para su propia destrucción. El panorama no puede ser más desalentador, pero también concluyente, el hombre no puede gobernarse a sí mismo, no encuentra soluciones a muchos de sus males, no puede vencer la muerte, el hambre y la enfermedad.
En estos tiempos de tribulación, es necesario pensar muy en serio, adquirir conocimiento del creador del universo.
Los tiempos modernos que aceptan todo bajo la premisa de “todo se acepta, todo se perdona, todo se aplaude”, todo lo que sucede a nuestro alrededor lo pasamos desapercibido, todo en aras de “la libre personalidad”, de “mis derechos”, sin incluir los deberes, qué triste panorama.
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