Por: Albana Cristina Ceberio
Periodista Argentina
Catedrática de oratoria
Coach en Comunicación
albanacristinaceberio@gmail.com
Rompamos algunos mitos falsos sobre las costumbres del pueblo musulmán de Marruecos en esta época de recogimiento, ayuno y penitencia y el turismo extranjero.
Son numerosas las páginas de internet que desaconsejan viajar a países de predominancia musulmana como Marruecos, en época de la celebración de Ramadán por el cambio en sus horarios y porque supuestamente, el ayuno pone de mal humor a los habitantes. Estando nuevamente en Marruecos, en pleno Ramadán, puedo asegurar que esos juicios son inmensamente falsos.
El pueblo marroquí es extremadamente afectuoso a la hora de recibir extranjeros. No se puede llegar a un país, quedarse algunos días en una pequeña zona turística y realizar juicios sobre la cultura o costumbres de su pueblo. Lo invito a recorrer el país que ofrece paisajes maravillosos, infraestructura apropiada para cualquier persona del mundo y siempre, en cualquier lugar de Marruecos, usted encontrará la hospitalidad y el calor humano como en ninguna otra parte.
Ramadán es la celebración más importante para los musulmanes en todo el mundo. Durante un mes, se recuerda el día en el que el Arcángel Gabriel apareció ante Mahoma con una revelación de Alá. Este acontecimiento se dio en el séptimo mes del año, y se lo conoce como el día de ‘Mabaas’.
Los 114 capítulos del Corán, le fueron revelados a Mahoma ese mismo día. Estos textos se acompañan con hadith, que son las reflexiones de Mahoma, el profeta, respecto de las escrituras que recibió de Alá, mediante el Arcángel Gabriel.
El recogimiento para la oración, el sacrificio y la reflexión moral acompañan al pueblo musulmán durante un mes. En el mes de Ramadán, desde el amanecer hasta el atardecer, en Marruecos las 7:00 PM, realizan un estricto ayuno, toman tiempo para orar cinco veces en el día, no consumen alimentos ni agua, a excepción de los niños, los ancianos, los enfermos y mujeres embarazadas.
Éste no pretende ser un artículo sobre una celebración tan importante como lo es Ramadán, sería inapropiado ya que se trata de la mayor celebración de una de las religiones más antiguas y con mayor cantidad de fieles en el mundo, sino una columna sobre los falsos mitos creados, vaya a saber con qué fin, sobre un momento especial en el año, que sólo puede viviese en persona por ser una experiencia muy bella, enriquecedora e imposible de transmitir sólo con palabras.
Estoy en la hermosa ciudad de Beni Mellal, un lugar tranquilo, con montañas al este, paisajes bellísimos y una ciudad alegre. En Ramadán, no hay lugares de comidas abiertos a excepción de alguna cadena de comidas rápidas o en los supermercados. Puede comprar comida en todas partes, pero para comer después, al finalizar la jornada de Ramadán. Son excepcionales los lugares como restaurantes o cafeterías abiertos durante el día. La ciudad tiene su ritmo casi normal hasta que se aproxima la hora del final del ayuno diario y allí, sucede algo mágico…
Es increíble cómo en minutos, la ciudad queda vacía casi por completo. Los marroquíes están en sus casas o en diferentes lugares de la ciudad, compartiendo la comida del final del ayuno y es algo muy conmovedor cuando te encuentras caminando justo a esa hora en la ciudad, entonces comienzas a recibir invitaciones para compartir la mesa con ellos, compartir el alimento que como penitencia se privaron durante el día. Afectuosamente invitan a un extraño a pasar a su mesa. Así de malo es el humor de los musulmanes en Marruecos debido al ayuno. Obviamente estoy utilizando el sarcasmo.
Aquí puedes ser extranjero, pero nunca un extraño. Recibes apoyo y buena voluntad a cada paso. Luego de la cena, las Mezquitas se llenan. Es momento de orar. Luego vendrá otra cena en la noche, para darle al cuerpo la suficiente cantidad de energía para enfrentar un nuevo día agotador.
Luego de las 8:30 PM, la ciudad retoma todo su dinamismo. Todos los lugares abren sus puertas, los amigos se encuentran en los bares céntricos y el movimiento es incesante.
Ramadán comienza y finaliza cada año, unos días después del comienzo de la primavera. Se rige por el calendario lunar. Este año comenzó en Italia el 2 de abril y en Marruecos un día después. Finalizará el 3 de mayo (en Marruecos), con Eid al-Fit. Durante tres días se reservan momentos de oración al comenzar el día y luego comparten tiempo con sus seres queridos, comiendo y celebrando la finalización de un mes de ayuno y abstinencia.
Viajar a conocer un nuevo país y olvidarse de interactuar con su gente, de conocer su cultura, sus costumbres, de permitir que nos inviten, nos muestren y compartir tiempo con ellos, es absurdo. Tal como abrir el mejor chocolate y quedarse sólo con el envoltorio. Así de ilógico.
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